VIH 1981

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En 1981 nos encontramos con una nueva enfermedad inesperada. Una serie de casos similares de hombres jóvenes que tenían la característica de ser homosexuales estaban muriendo por infecciones oportunistas, que son aquellas que ocurren en personas con un sistema inmune deficiente. Los afectados comenzaban a perder peso y a verse cada vez más débiles. Conforme avanzaba mostraban lesiones color morado obscuro en brazos y cara que eran signo de una forma rara de cáncer conocida como sarcoma de Kaposi. Todos ellos experimentaban un rápido descenso en la salud, donde se les trataba de varias infecciones una tras otra hasta que estas mismas los llevaban a la muerte.

En 1982 se le dio el nombre de Síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), todavía sin saber bien el origen o el agente causal. Las primeras teorías hablaban de una probable relación con estilos de vida que causaban una sobre carga inmunitaria que podía estar dada por múltiples infecciones, uso de drogas, una reacción al semen, por tener múltiples parejas sexuales o por la infección de un hongo desconocido. 

A finales de 1982 año se encontró que la transmisión del SIDA era ocasionada por exposición a fluidos corporales contaminados, como la sangre. Con este descubrimiento, y al no haber una forma confiable de detectar la sangre afectada por el virus, los bancos de sangre se convirtieron en un foco importante de transmisión. Aproximadamente 15,000 hemofílicos, que son personas con problema de la coagulación, se infectaron con VIH en Estados Unidos entre 1981-1984.

De forma parecida a los bancos de sangre, se encontró que los usuarios de drogas intravenosas estaban en alto riesgo de contagio por compartir jeringas. En 1984 se inició en Amsterdam el primer programa enfocado al intercambio de jeringas, expandiéndose por Europa pero no por otras partes del mundo.

Con el tiempo se identificó que los pacientes tenían disminución de los linfocitos T CD4, un subtipo de células de defensa. Para 1984 se logró aislar un nuevo retrovirus encontrándolo como el causal del SIDA. Al año siguiente en 1985 se creó el primer examen de sangre para detectarlo y en 1986 se le da el nombre de virus de la inmunodeficiencia humana o VIH.

En 1984 tras estos descubrimientos, se propuso encontrar una vacuna dentro de dos años. Con el tiempo los misterios de este nuevo virus se fueron esclareciendo, descubriendo que era más complejo de lo que se esperaba. El VIH es como una ”arma inteligente” que ataca a la misma célula que estaría encargada de matarlo. Además tienen una característica de mutar constantemente, debido a que su forma de reproducción genera múltiples errores en su material genético, haciendo que evolucione rápidamente. Muchas formas diferentes del mismo virus pueden estar en la sangre del paciente al mismo tiempo. Por todas estas características la búsqueda de la vacuna se convirtió en varios intentos fallidos que aún no han tenido éxito. 

Comienza a haber esperanza

En 1987 se encuentra el primer medicamento efectivo contra el virus, la zidovudina, un medicamento previamente usado para tratar cáncer. Pero al virus mutar fácilmente, aparecieron variantes resistentes al medicamento. En 1989 se descubrió el segundo medicamento llamado didanosina y en 1991 un tercero llamado zalcitabina, pudiendo hacer combinaciones con estos tres, alcanzando un tratamiento más efectivo. En 1994 se encontró que la zidovudina, podía servir como tratamiento preventivo en mujeres embarazadas con VIH logrando disminuir la transmisión de un 24% a un 8%. 

Con el descubrimiento de nuevos medicamentos que podían atacar partes distintas del virus, en 1996 se crea el tratamiento anti retroviral o TAR por sus siglas. Este incluía una combinación de tres medicamentos diferentes que atacaban de forma distinta al virus. Así el SIDA se convirtió de una enfermedad aguda con alta mortalidad, a una crónica más manejable. 

A pesar de este nuevo tratamiento aún era costoso y especialmente los países de África Subsarahina, donde se han encontrado la mayoría de los casos a nivel mundial, no podían acceder a este tratamiento.

Hacia la prevención y el tratamiento global

Desde el 2000 después de la Conferencia internacional de SIDA, se colocó la crisis de la epidemia de SIDA de nuevo en el mapa. Múltiples organizaciones mundiales generaron programas de tratamiento y prevención donando millones de dólares. Se hizo presión sobre las empresas farmacéuticas para poder hacer llegar medicamentos genéricos especialmente a países en África. Actualmente estas asociaciones entre la sociedad civil y las ONGs son el núcleo de la respuesta global al VIH.

Durante este tiempo se hicieron múltiples experimentos para generar nuevos tratamientos y se tomaron medidas de prevención. Se vio que con los nuevos medicamentos y el tratamiento de TAR se podía lograr que los niveles virales llegaran a ser indetectables consiguiendo disminuir la transmisión, en especial en parejas donde solo uno de los dos tienen la infección. También se ha visto que al dar tratamiento a bebés de madres con VIH, a las pocas horas de nacimiento, puede prevenir que estos generen la infección. 

Entendiendo el VIH

El virus de la inmunodeficiencia humana, mejor conocido como VIH, causa le enfermedad llama síndrome de inmunodeficiencia adquirida por sus siglas SIDA. Este virus forma parte de la familia de los Retrovirus, los cuales tienen una morfología y forma de replicación únicas. 

Estos virus tienen su material genético en la forma de ARN, a diferencia de células de nuestro cuerpo que contienen su material genético en forma de ADN. La diferencia entre estos dos es que el ADN son dos cadenas antiparalelas de nucléotidos, la unidad básica de estas moléculas formadas por bases nitrogenadas, fósforo y un azúcar, mientras que el RNA es una cadena sencilla de estas mismas unidades básicas de nucléotidos. 

   

Normalmente según estípula el dogma central de la biología, el ADN que contiene la información genética es transferido a una molécula de ARN que llevará el mensaje copiado fuera del núcleo de la célula para poder ser traducido a proteínas, las cuales tendrán múltiples funciones como receptores, enzimas, estructura, anticuerpos, hormonas, entre muchas otras. 

En 1970 Baltimore y Temin demostraron que los retrovirus codificaban unas proteínas llamadas transcriptasa inversa, estas permitían a estos virus ir en contra de el dogma original de la biología, pudiendo hacer que la información de su RNA se pasara al ADN de la célula. Este descubrimiento les daría en 1975 el premio novel de medicina o fisiología. 

Como todos los virus, el VIH requiere de la ayuda de la maquinaria de otras células para poder reproducirse. La célula diana del virus son los linfocitos T CD4 una variante de células de defensa. Para poder entrar a estas células el VIH requiere de receptores que lo reconozcan para unir su membrana y así poder entrar. Los receptores relacionados se les conoce como CCR5 y CXCR4. Algunos virus de VIH prefieren más uno de estos receptores que el otro. Se ha encontrado que un porcentaje menor de la población mundial no tiene el receptor CCR5 por lo que son inmunes a los virus del VIH que prefieren esta proteína como receptor. Existe el caso de un paciente conocido como el “Paciente Berlin”, a quien se le realizó un transplante de células madre de un donador con la mutación para el receptor CCR5, obteniendo inmunidad para el virus curando del SIDA.

Al entrar el virus a la célula, utilizará el material genético y maquinaria celular para reproducir su propio material genético y proteínas. Al final se ensamblaran nuevos virus que serán liberados provocando la muerte de los linfocitos TCD4, así diminuirán las defensas para las enfermedades especificas que estas células defienden, haciendo más propensa a la persona a infecciones para las que una inmunológicamente sana no enfermaría normalmente y que ahora se convierten en potencialmente mortales.

Las  3 principales formas de transmisión son:

  1. Vía sanguínea: por transfusión, compartir agujas contaminadas, picarse con agujas usadas, tatuajes, pudiendo evitar estos teniendo limpieza en los lugares de transfusión, verificando que las agujas de medicamentos, y tatuajes así como las tintas sean nuevas y evitando compartirlas.
  2. Transmisión sexual: por relaciones anales y/o vaginales, recomendando siempre utilizar condón. Hay países donde se sugiere, realizarse una prueba para VIH antes del matrimonio. 
  3. Transmisión perinatal o vertical: esta es la transmisión de la madre al bebé. Puede darse durante el embarazo, el parto o al dar lactancia materna. Se puede prevenir con toma de muestra durante el embarazo y tratamiento a las mujeres que sean portadoras durante este y al bebé al nacimiento.

Bibliografía:

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