Orientación vocacional como garantía de éxito
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Por: Griselda Portillo Hernández.
La elección de carrera u oficio es una decisión trascendental en la vida de los sujetos, ya que podrá determinar su satisfacción personal. Es una decisión que se toma al final de la educación media, donde en ocasiones pueden intervenir, para su apoyo, padres, maestros o psicólogos. Esto contribuye a tener un proyecto de vida, poniendo en práctica la vocación.
Uno de los conceptos más importantes en este tema, es el de “vocación”, que es la inclinación hacia un modo de vida, donde intervienen aspectos como pasiones, deseos, gustos y la personalidad.
La vocación es innata y va evolucionando a lo largo del desarrollo; en la infancia se favorece por medio de las identificaciones con los padres, familiares o personas que lo rodean. Va configurándose en la adolescencia, donde se involucran determinantes más conscientes como las aptitudes, capacidades e intereses, mismos que pueden potencializarse o debilitarse por el entorno social, cultural o el prestigio que otorgan determinadas profesiones así como el auge de ciertas carreras en comparación con otras.
En el proceso existen dos factores que inciden en la toma de decisión:
- Uno interno que tiene que ver con las aficiones, virtudes y rasgos de personalidad.
- El segundo factor es el externo, siendo la familia y el ambiente donde se desenvuelve de gran importancia durante este proceso. Pudiendo volverse desfavorable cuando se obligan a los hijos a seguir un ideal o tradición familiar de una actividad o profesión en particular.
Las personas que basan su decisión en razones ajenas a su vocación, por ejemplo económicas o por estatus social, pensando que de esta manera tendrán más éxito; existirá una alta probabilidad de que se encuentren en mayor medida estresados, inconformes, molestos y no se desempeñen de manera favorable en las cuestiones sociales y familiares. En cambio cuando se dedica la existencia y energía a la vocación, se tienen más posibilidades de tener éxito en el momento de desempeñar su labor, provocando estabilidad emocional.
Aunque la orientación vocacional en su mayoría está asociada con los adolescentes, siempre existe la posibilidad que en cualquier edad se pueda indagar y encontrar la verdadera vocación, replanteando la profesión para crear un nuevo proyecto de vida.
Dada la complejidad y trascendencia de este proceso, se sugiere el apoyo de un profesional como psicólogo u orientador, que deberá aplicar pruebas psicológicas, además de entrevistas, que en conjunto brindan la pauta para descubrir la vocación, personalidad, habilidades e intereses.
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Hasta la próxima.
Bibliografía
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