Los idiomas moldean nuestra mente?!

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Por: Jimena Ayala Rabadán

El lenguaje es una forma que tenemos los seres humanos para comunicar y transmitir información, ideas y conocimiento de situaciones y aspectos tan específicos o no como nosotros queramos. ¿El idioma que hablamos cambia la forma en que entendemos el mundo? Esta es una pregunta que lingüistas se han hecho durante varios años, y se ha tratado de responder estudiando las diferencias entre los idiomas.

Para poder hablar, requerimos que nuestra mente piense en una idea, el cerebro manda una seña a las cuerdas vocales y los pulmones para producir sonido, este viaja a través del aire llegando a los oídos del receptor por medio de ondas que mueven el tímpano, y la cadena de huesecillos, transmitiendo el sonido al nervio auditivo, para finalmente llegar al cerebro y que la idea sea procesada.

Se han realizado diversos experimentos explicando como el aprender distintos lenguajes nos ayuda a pensar de forma diferente. Personas que hablan mas de un idioma, pueden referir en ocasiones, preferir hablar de ciertas situaciones en un idioma más que en el otro, o utilizar palabras de otros idiomas que tienen un significado mas exacto al que están buscando expresar.

Hablar diferentes idiomas, definitivamente, nos ayuda a percibir el mundo y los conceptos de forma distinta. Como decía Carlomagno, tener un segundo idioma es como poseer una segunda alma.

Ahora haremos algunos experimentos:

Te pediremos intentes describir LUNA y posteriormente SOL con 3 o 4 adjetivos que creas describan a cada uno de estos conceptos.

Como el experimento lo realizaste en español, probablemente utilizaste adjetivos mas “femeninos” para la palabra luna y mas “masculinos” para la palabra sol. Esto es porque nosotros tenemos un idioma que asigna genero a las cosas. Así como el español, hay otros idiomas que también lo hacen. Por ejemplo, el SOL que es masculino en español, en alemán es femenino y en ruso es neutro, mientras que la LUNA es femenina tanto en español como en ruso, y en alemán es masculina. Si a un hablante del alemán le pidieras que describiera al SOL como tu lo acabas de hacer, probablemente lo describiría con características más “femeninas” como acogedor, elegante, hermoso, celestial en vez de características mas “masculinas” como fuerte, caliente, grande o poderoso.

En un experimento realizado en estados unidos, se puso a varios hablantes nativos de ingles, un idioma que no asigna género, a clasificar los sustantivos animales, y sustantivos no animales (objetos como vaso, mesa, puerta) entre femenino y masculino. Los resultados se compararon con con la asignación de género en español y el alemán. Se encontró, que los hablantes de inglés asignaron el género en los animales, similar a como se asigna en español y alemán, y que el genero en los objetos fue diferente. Pudiendo concluir, que la asignación de género en animales, es mas natural, que la asignación a los objetos no animales.

Hagamos otro experimento:

Te pediremos que describas la acción que los sujetos realizan (el señor, los jóvenes y los pájaros) en las siguientes 3 imágenes.

Probablemente tus descripciones hayan sido similares a estas: hombre andando en bicicleta, jóvenes caminando, y pájaros volando. Tu respuesta habría sido similar si lo haces en  ruso, ingles o árabe, pero si hablas alemán, afrikaans o suizo, tus descripciones hubieran sido similares a estas otras: hombre andando en bicicleta al trabajo, jóvenes caminando a la escuela, pájaros volando hacia el árbol.

Los hablantes de estos idiomas tienden a fijarse mas en el fin u objetivo del sujeto, que en el verbo o acción de este, los hablantes de español como los de árabe, inglés y ruso tendemos a fijarnos mas en la acción, sin dar tanta importancia al destino o meta de ésta.

Hagamos un experimento más.

Apunta en medio de una hoja de papel la palabra presente. Y en el lugar que creas correcto escribe las siguientes palabras: pasado y futuro. Las puedes colocar en cualquier parte de la hoja.

Probablemente tu hoja se vea algo así:

Pasado. Presente. Futuro.

Si hablaras chino mandarín, y las instrucciones se te hubieran dado en este idioma,

probablemente hubieras escrito algo así:

Pasado

Presente

Futuro

Las analogías del tiempo en el chino mandarín tienden frecuentemente a hacerse de forma vertical utilizando palabras como arriba y abajo, en vez de horizontal utilizando palabras como atrás y adelante. A pesar de que su sistema de escritura es vertical, y podríamos pensar que esto influye en el experimento, se ha visto que personas que hablan chino, pero no lo saben escribir, o no lo usan con frecuencia, también acomodan este tipo de palabras referentes al tiempo de arriba a abajo y no de derecha a izquierda.

En otro experimento se vio, como ligamos los sentimientos en los diferentes idiomas. Se encontró que las personas bilingües, tendían a tomar decisiones más

arriesgadas y con un pensamiento más analítico, en su segunda lengua, que si se tomaban en su lengua materna.

La teoría indica que el idioma materno está ligado con sentimientos y emociones mas profundas, pudiendo llevar a tomar decisiones guiadas por estos, nublando la vista de las verdaderas ventajas y desventajas de una situación. Por el contrario, al tomar decisiones en otros idiomas, y estos no estar ligados con este tipo de experiencias, así como, usualmente ser menos espontáneo y requerir un mayor análisis para poder hablarlo, la resolución de los problemas es diferente y permite a las personas arriesgar mas.

Esta relación sentimental con el idioma materno también se puede notar en las groserías, regaños, expresiones de amor y slogans de anuncios y como estos, en otro idioma, a pesar de poder entenderlo, pueden no tener el mismo efecto sobre la persona que los escucha, llevando a reacciones menos emocionales antes estos.

Hagamos un experimento mas:

Abajo te mostramos dos imagines, la primera con un cubo de madera al centro, y la segunda con un bote de mayonesa. En ambas deberás decidir cual de las otras dos opciones se parece más a la del centro.

Lo más probable, es que en la primera imagen escogieras el cubo de plástico de la derecha como el más similar al cubo de madera, y en la segunda imagen escogieras el bote vacío de mayonesa, como la mas similar al bote lleno de mayonesa.

Si hablaras chino o japonés, probablemente hubiera sido al revés, ya que estos idiomas se fijan mas en el material del que las cosas están hechas o en el contenido de estas y no tanto en su forma.

¿Interesante no?

Definitivamente aprender idiomas nos abre las puertas a otras culturas y formas de pensar. Nos ayudan a hacer trabajar nuestro cerebro, y hacer nuevos amigos. Así que te invitamos a aprender nuevos idiomas y descubrir las diferentes formas en que tu cerebro puede trabajar.

Los limites de mi lenguaje, son los limites de mi mundo.

Ludwig Wittgenstein

Bibliografía:
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