Psicomotricidad

Intervención Psicomotriz en Niños Síndrome de Down

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Fotografía con Licencias Creative Commons

Mtra PM/ Lic. T.O. Adriana Abigail Romero Hernández

El síndrome de Down o trisomía 21, es la causa más frecuente de discapacidad intelectual,  afecta a diferentes funciones y órganos en los que está implicado el cromosoma 21. Sus rasgos característicos son el retraso mental, alteraciones cognitivas, sensoriales,  psicomotrices y unas características física específicas.

Los niños con Síndrome de Down (SD) deberían ser incorporados a programas de psicomotricidad a cargo de profesionales, independientemente de su tratamiento médico- terapéutico convencional, donde debe estar involucrada la familia para promover el desarrollo motor, cognitivo y social a través del juego, como instrumento metodológico, el movimiento  y diferentes técnicas a partir de lo cual se articula toda la intervención.

La psicomotricidad tiene como objetivo general, desarrollar o restablecer las capacidades de cada persona mediante un abordaje corporal (a través del movimiento, la postura, la acción y el gesto). La psicomotricidad se puede trabajar desde el planteamiento educativo como el clínico; en el ámbito educativo, la psicomotricidad es la vía de estimulación del proceso evolutivo normal (desde el nacimiento hasta aprox a los 8 años), la psicomotricidad clínica se centra en la persona en situación de disfuncionalidad, retraso o malestar y sigue el esquema de abordaje clínico de diagnóstico-tratamiento-seguimiento. Por lo que a los niños con SD se les puede brindar una intervención psicomotriz desde ambos enfoques para guiar su desarrollo y maximizar su potencial.

Áreas de Intervención Psicomotriz en Niños con Síndrome de Down

  • Desarrollo cognitivo: La mayoría de los niños con SD presentan discapacidad intelectual, debido a la disgenesia o degeneración a nivel cerebral, por ende, las constantes dificultades en el aprendizaje de tareas relacionadas con el lenguaje y la psicomotricidad; su inteligencia tiende a ser más concreta que abstracta, tienen problemas de memoria a largo y corto plazo, pero no en la memoria operativa y procedimental, la memoria visual es mejor que la auditiva, por lo que aprenden más fácil viendo y a través de la repetición que solo escuchando indicaciones porque se distraen fácilmente
    • Inteligencia
    • Memoria
    • Percepción
    • Atención
    • Capacidad de representación
    • Orientación espacial y temporal
  • Desarrollo socio afectivo y comunicativo: a los niños o personas con SD les cuesta trabajo relacionarse con los demás, dependen del cuidador primario, principalmente la madre, para sentirse seguros, se sienten más cómodos al relacionarse con niños más pequeños que ellos. Tienen poca capacidad para controlar sus emociones.
  • Desarrollo motor: es de suma importancia reconocer que el desarrollo motor en los niños con SD es significativamente tardío. Todas las habilidades motoras básicas son realizadas en el mismo orden, pero usualmente en edades posteriores al ser comparadas con el desarrollo normal. Una de las características principales del síndrome de Down es la hipotonía generalizada.
    • Función tónica (tono de actitud y tono de sostén)
    • Control postural
    • Coordinación dinámica general
    • Lateralidad
    • Coordinación visomotriz
  • Equilibrio: Las diversas causas probables incluyen una exacerbada debilidad muscular, déficit en habilidades sensorio-motrices, hipoplasia cerebral e hipotonía. Disfunciones del control postural son usualmente descritas en menores con SD, y éstas se encuentran asociadas a dificultades en la coordinación motriz, problemas de integración sensorial o simplemente movimientos torpes. Se indica que el logro de la marcha es más tardío por alteraciones relacionadas con el equilibrio, el bajo tono muscular y pobre control postural.
    • Equilibrio estático
    • Equilibrio dinámico
    • Marcha
  • Relajación: los niños con SD viven en constante tensión por parte de las presiones de los padres y el equipo multidisciplinario encargado de su salud y educación debido a la presión para cumplir con sus hitos del desarrollo o requerimientos esperados para su edad. La relajación permite mejorar la postura mediante la supresión de tensiones musculares superfluas, contribuyendo a la elaboración de la imagen corporal. Por la relación entre lo tónico y lo emocional, la relajación se asocia a sensaciones de bienestar.
  • Control respiratorio: la respiración, anticipa, acompaña y sigue a cualquier acto vital, participa, mantiene e integra el desarrollo del individuo en cada uno de sus aspectos. Además, relacionada con procesos psicológicos, la atención y las emociones, tiene influencias inconscientes. Para Pic y Vayer existe relación entre la respiración del niño y su comportamiento general, y esta educación (consciencia y luego control del acto respiratorio) constituye un elemento del esquema corporal.

Intervención Psicomotriz

La metodología psicomotriz requiere una serie de recursos (espaciales, temporales, materiales y actitudinales) que utilizados por el psicomotricista conduce al niño con SD, de acuerdo a su nivel de maduración, tomando en cuenta sus limitantes físicas-cognitivas y emocionales a favorecer su expresividad psicomotriz, respetando sus necesidades y su momento evolutivo.

Jugar es para todo niño una necesidad esencial y una herramienta que permitirá conocerse a sí mismo y el mundo que lo rodea. La psicomotricidad propone una alternativa para acercarse al niño desde el respeto a sus necesidades, su tiempo, su manera de ser y de expresarse. Sin embargo, la mayoría de los niños con SD no suelen tener la iniciativa de jugar, necesitan ser estimulados desde que nacen debido a sus condiciones físicas y psíquicas. Se requiere dedicar tiempo, esfuerzo y entusiasmo para generar el interés de ellos, que tengan iniciativa y creatividad

La sesión de psicomotricidad tiene una estructura temporal determinada, pero variable de acuerdo a la edad de los niños. Fundamentalmente está determinada por un ritual  de acogida (inicio) y uno de despedida de la sesión y 2 tiempos principales: un primer momento (ocupa la mayor parte del tiempo de la sesión) donde el niño puede experimentar al máximo sus posibilidades motrices, con su movimiento, sensaciones y con las imágenes mentales que va elaborando, un segundo momento ( 10-15 min) permiten al niño tomar distancia de sus experiencias emocionales y sensoriales vividas en la primera parte y trasladarse a un plano más racional y cognitivo gracias al lenguaje o producción plástica (representación).

Referencias:

[1] BERNALDO DE QUIRÓZ, M. (2012): Psicomotricidad, Guía de evaluación e intervención. Pirámide. Madrid

[2] BERRUEZO, P.P. (2000): El contenido de la psicomotricidad. En Bottini, P. (ed) Psicomotricidad: prácticas y conceptos. Madrid: Miño y Dávila: 43-99

[3] MORENO, E. (2012): El recién nacido con Síndrome de Down. Revista Española de Pediatría; 68(6): 404-408

[4] QUIRÓS, V. y ARRÁEZ, J.M. (2005): Juego y psicomotricidad (Primera parte). RETOS Nuevas Tendencias en educación física, deporte y recreación; (8):24-31

[5] GODOY, J. y CAMPOS, F.  Descripción del nivel de desarrollo psicomotor en niños con síndrome de Down: Creación de una tabla descriptiva. Extracto del Seminario  “Descripción del nivel de desarrollo psicomotor en niños con síndrome de down menores de 2 años de edad, pertenecientes al programa de estimulación temprana en el Colegio Especial Armonía, La Calera”

 

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