Historia de las pandemias. Sudor inglés

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22 de agosto de 1485, Enrique Tudor gana la batalla de Bosworth contra el Rey Ricardo III, dando fin a La Guerra de las Dos Rosas. Enrique VII regresa a Londres para su coronación. Muchos habían acudido de fuera, esperando este suceso, aumentando temporalmente, la densidad de población de Londres. Una nueva enfermedad surge en esta recién establecida dinastía Tudor. El primer brote del Sudor Inglés, fue tan importante, que la coronación del Rey Enrique VII tuvo que ser pospuesta, tomando aproximadamente 15,000 vidas en tan solo 3 meses.

Hubo 5 brotes entre 1485 y 1551, siendo el de 1528 el único que atravesó el mar, llegando al continente europeo, esparciéndose hasta Rusia. Este brote le tocó vivirlo al siguiente rey heredero de la dinastía Tudor, Enrique VIII. El estaba casado ya con Catalina de Aragón, quien, a juicio de Enrique, no estaba siendo capaz de procrear un heredero hombre. Mientras tanto, Enrique se enamoró de Ana Bolena. Pero en 1528 ella contrajo el Sudor Inglés, separándolos por un tiempo. Aún así, esto no impidió que se siguieran comunicando y que su amor creciera. Enrique ahora, perseguía a Ana mas intensamente.

Después de su recuperación, Enrique y Ana decidieron casarse, pero el papa Clemente VII denegó la petición de cancelar el matrimonio con Catalina para poderse casar con Ana. Pero, Enrique tenía otra estrategia, en 1532, se casó en secreto con Anna y dos meses después en 1533, posterior a la separación de Inglaterra de la Iglesia Romana se casa oficialmente con ella. ¿Que hubiera sido de la historia si Ana Bolena no hubiera enfermado del Sudor Inglés?

A pesar de las descripciones de Thomas Forestier y John Caius, médicos que vivieron durante alguno de los 5 brotes de la enfermedad, el Sudor Inglés continua siendo un enigma en la actualidad. Se sabe que iniciaba con un cuadro gripal, con dolor de cabeza súbito, dolores musculares y articulares, fiebre, que continuaba con sudoración profusa y maloliente, dificultad para respirar que podía llegar a una parálisis generalizada y delirium, a veces evolucionando en un periodo corto de entre 12 y 24hrs.

A pesar de mencionar fiebre, la sensación de calor, se dice venía de dentro, la persona se ponía roja y comenzaba a sudar, pero la piel del paciente se sentía de una temperatura normal. Así, la presencia de fiebre no puede establecerse por completo, ya que además, el Sudor Inglés precedió a la invención del primer termoscópio en 1592 por Galileo, al primer termómetro por Santorio Santorini en 1612 y a la invención de un método estandarizado para medir la temperatura en 1709 por Fahrenheit. Se cree que el Sudor Inglés, se enfocaba más en el sudor que en la fiebre.

Se han propuesto multiples etiologías, sin poder llegar a ninguna con certeza.

El ergotismo causado por el hongo Claviceps, que comparten un compuesto con el LSD, ocasiona una enfermedad posterior al consumo de centeno infectado con este hongo. Los síntomas son espasmos musculares, alteraciones del estado de alerta y alucinaciones, sudoración, hipertermia, parestesias y la característica gangrena. Esta hipótesis, se puede descartar ya que en Inglaterra el centeno no era tan popular como en otras zonas de Europa, además, el sudor inglés, característicamente ocurría en primavera y verano. Si el causante fuera este hongo, la enfermedad continuaría durante todo el año en que se consumiera la cosecha del centeno.

Otro sospechoso, es el Ántrax, específicamente el ántrax pulmonar o por inhalación. Este está relacionado a lana, piel y campos de ganadería contaminados con las esporas de este bacilo. Inicia con un cuadro inespecífico de fiebre, tos seca y malestar general que evoluciona a dificultad respiratoria donde puede haber edema y hemorragia pulmonar. Un 50% de los casos pueden tener sintamos meníngeos, como rigidez de nuca. Descartamos esta teoría ya que el sudor, no es un síntoma característico de esta enfermedad además de que el Sudor Inglés ocurrió principalmente al sur de Inglaterra donde no había ganadería de ovejas, esta era más característica de las regiones nortes del país.

La influenza ha sido otra etiología sugerida, ya que tiene un cuadro inicial similar inespecífico. Se ha visto que hasta en un 30% de los casos puede haber sudoración profusa e incluso síntomas neurológicos. Aún así los historiadores la han descartado, ya que se sabe que los síntomas de esta ya eran bien conocidos para los Ingleses de esa época, y se hubiera podido distinguir fácilmente, además de que esta, no suele ocurrir en los mismos meses que ocurrió el Sudor Inglés.

Uno de los favoritos para ser el protagonista de esta enfermedad, es el Hantavirus, de la familia Bunyaviridae. Este infecta de forma asintomática roedores y se transite a los humanos posterior a inhalar orina o heces contaminadas con este virus. El Hantavirus, produce hemorragias, y edema pulmonar de aparición rápida e intensa, comparado con la diarrea en el cólera que igual es copiosa y de evolución rápida. El sudor no es un síntoma prominente en este padecimiento, por lo que no coincide por completo con la enfermedad en Sudor Inglés.

Los arvovirus fueron considerados como probables, ya que al igual que el Hantavirus, su reservorio son animales que aumentan sus poblaciones en verano, en especial posterior a las lluvias. En este caso el reservorio son los mosquitos. Aunque los arvovirus son más comunes en zonas tropicales donde transmiten dengue y malaria, se han encontrado datos de malaria en el este de Inglaterra. Estas enfermedades aunque pueden causar síntomas similares, suelen acompañarse de exantema y síntomas hemorrágicos, que no vemos en el Sudor Inglés.

Aparentemente, el Sudor Inglés no ha regresado en los tiempos modernos, y esto dificulta conocer su origen.

Ahora, Si nos dieran a escoger entre, conocer una enfermedad que ya no existe y nunca saber qué la causó, ó tener una enfermedad reemergente con alta mortalidad y sí saber su causa, ¿Cuál elegirías?

Bibliografía:

–    CHESHIRE W.P, VAN GERPEN J.A, SEJVAR J.J., (2020) Sudor Anglicus: an epidemic targeting the autonomic nervous system, Clinical Autonomic Research, Springer.

–    HEYMAN P., SIMONS L., COCHEZ C. (2014), Where the English Sweating Sickness and the Picardy Sweat Caused by Hantaviruses?, Viruses Journal.

–    THWAITES G., TAVINER M., GANT V., (1997), The English sweating Sickness 1485 to 1551, The New England Journal of Medicine, Editorials vol. 336 number 8.

–     MURRAY PR, ROSENTHAL KS, PFALLER MA (2009), Microbiología Médica sexta edición Elsevier Mosby.

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