Psicoanálisis

El juego y su valor en la sesión terapéutica

  •  
  •  
  •  

Rosa Evelyn Cuello Lubin

“Todo niño que juega se comporta como un poeta, pues se crea un mundo propio o, mejor dicho, inserta las cosas de su mundo en un nuevo orden que le agrada. Además, sería injusto suponer que no toma en serio ese mundo; al contrario, toma muy en serio su juego, emplea en él grandes montos de afecto”. (Freud S. 1908 [1907| P.127).

Cuando un niño  tiene que asistir a terapia, los padres podrán cuestionarse sobre la función del juego durante las sesiones, su hijo podrá salir en ocasiones con cierto monto de éxtasis y narrando escenas del juego que creó o incluso frustrado o bien desalentado, puede sentir cualquier emoción, el terapeuta podrá hablar sobre la importancia del juego en dichas sesiones, sin embargo quizá algunos quisieran saber más al respecto.

En un primer momento se fantasea, al pasar el tiempo y transitando las etapas de desarrollo se es capaz de investir afecto y de apuntalar objetos y escenarios imaginados en cosas palpables y visibles del mundo real, teniendo la capacidad de jugar.

En el juego del niño los buenos son los auxiliadores del yo que viene a ser un héroe y los malos son sus enemigos y rivales, el niño tiene la capacidad de observarse a sí mismo en el juego, como si tuviera yoes-parciales. En el juego el niño se permite exteriorizar sus fantasías, en donde su yo se vive invulnerable, así puede morir y revivir cuantas veces sean necesarias en un juego.

“Lo universal es el juego, y corresponde a la salud: facilita el crecimiento y por lo tanto esta última; conduce a relaciones de grupo; puede ser una forma de comunicación en psicoterapia y, por último, el psicoanálisis se ha convertido en una forma muy especializada de juego al servicio de la comunicación consigo mismo y con los demás. Lo natural es el juego, y el fenómeno altamente refinado del siglo XX es el psicoanálisis” (Winnicott D. 1971 P.65).

El niño al tener un espacio entre la madre y él da lugar a los objetos transicionales como por ejemplo un carrito, muñeca o cobija que siempre carga, luego es creador y juega, después lo comparte y posteriormente pasa a las experiencias culturales.

El juego no es una realidad psíquica interna, se encuentra fuera, sin embargo no es el mundo exterior. Los factores externos influyen en la aparición de las fantasías originales ya que éstas son un intento por explicar lo que pasa en el afuera y cómo influye en él. Reúne elementos de la realidad externa y los manipula a manera de muestra de su realidad personal, al jugar manipula fenómenos al servicio de los sueños, surge el significado y expresa su sentir.

El contenido del juego puede variar, interesa el estado de alejamiento con el objetivo de concentrarse en éste, una vez inmerso no se puede abandonar con facilidad y no se admite intrusión, el terapeuta es un seguidor y/o acompañante durante la travesía.

Conseguir que el niño juegue en una psicoterapia es una experiencia creadora que necesita de espacio y tiempo. Se puede efectuar sin que sea forzada una labor de interpretación, el juego en terapia es espontáneo. Implica al cuerpo que manipula objetos; si presenta un alto grado de ansiedad se vuelve insoportable e irrumpe el juego con confusión e incomodidad física, o a la provocación de la reacción de los padres o de la sociedad, de su ira u otra emoción.

El juego da capacidad para contener experiencias, es excitante y a la vez precario, que se deriva de la precariedad de la acción recíproca, en la mente del niño, entre lo que es subjetivo  y lo que se percibe de manera objetiva.

Al representar el niño sus fantasías y el terapeuta ser un auxiliar para darle un orden y significado ayuda al pequeño a reestructurar su mundo interno; estas fantasías sirven de filtro y base para la formación y estructuración de otras. Trabajar psicoterapéuticamente implica acompañar en acomodar los cimientos de su mundo interno.

BIBLIOGRAFIA:

FREUD S. (1908 [1907|). El creador literario y el fantaseo. O.C. IX. Buenos Aires: Amorrortu, 1975, Pp 123-135.

FREUD S. (1908) Sobre las teorías sexuales infantiles. O.C. IX. Buenos Aires: Amorrortu, 1975, Pp 183-202.

WINNICOTT, D.W. (1971). El juego. Exposición teórica. En: realidad y juego. Barcelona: Gedisa, 2008 Pp. 61-77.

    1 Comment

Escribe un comentario