Dolto, Caso Nicole de cinco años, diez meses, con trastornos de la constitución de la imagen narcisista

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Con Nicole, Françoise Dolto propone la técnica “La muñeca flor”. Esta misma técnica la utiliza con niños de casos difíciles donde el planteamiento es desde las dificultades en la estructuración del psiquismo y de una subjetividad. O. Fernández lo plantea como una cura sin juego. Podemos llamarlo el juego del deseo, como la misma psicoanalista titula el libro que contiene el caso.

A grandes rasgos, Nicole fue llevada a consulta al hospital Trousseau enviada, a su vez, de otro hospital por retraso mental y mutismo. Fue adoptada a la edad de cuatro años al igual que su hermano dieciocho meses menor que ella, por una pareja estéril, que trabajaban como empleados de oficina. Lo único que supieron al adoptarlos —estos segundos padres adoptivos— es que habían sido abandonados cuando Nicole aún no cumplía los tres años. “Nicole fue hallada entonces en un grave estado de desnutrición, cubierta de parásitos, apenas vestida”(Dolto, F. 144). Los caracterizaba, a ella y a su hermano también adoptado: el mutismo, una mirada ansiosa, comían sólo en el suelo, con las manos, o directamente del suelo y bebían como los animales. La niña jugaba sin emitir los sonidos característicos de los niños, se escondía para beber, bebía el aceite de la máquina de coser que su madre derramaba en el suelo, la orina, el agua de limpiar, negándose a beber agua limpia en vaso. Se negaba a ayudar en los quehaceres, se entendía bien con el padre adoptivo actual, se ensuciaba de orina y caca. Resultaba imposible ponerla en contacto con otros niños. Ésta es una cura que se desarrolla a lo largo de cinco sesiones en un lapso de cinco meses y donde la terapeuta no jugó con la niña refiriendo que utilizó la técnica de “la muñeca flor” porque ya le había dado resultado con otro caso anteriormente. Nicole, una niña con trastornos de la constitución de la imagen narcisista.

Fernández explica:

En esta primera intervención, lo que la lleva al cambio de diagnóstico de debilidad mental por el de angustia o, más precisamente, por el de una niñita que se encuentra traumatizada y angustiada, es la sorpresa “de la niña”, en el sentido de que es sorprendida por la aparición de la niña, ahí donde se suponía debilidad mental. Esta “sorpresa” toma a la analista y la sobredetermina, conduciéndola como un “hilo” a hilvanar y enlazar los distintos movimientos y acciones de la niñita, a tal punto que cuando Dolto une todo esto, establece tres suposiciones; en primer lugar, que se trata de una niñita; en segundo lugar, que es una niñita normal y así le habla; y, en tercer lugar, que esta niñita se encuentra traumatizada y angustiada. Podemos decir también que en este cambio de diagnóstico hay un cambio de imagen. El efecto que esto tiene en Nicole confirma la suposición que la analista sostiene y como consecuencia de esto se produce la segunda intervención, ahora dirigida a la madre. Dolto va y vuelve de una a otra, une y separa (Fernández, O. 8).

Françoise Dolto da la consigna:

Invité, pues, a la madre a confeccionar una muñeca que, en vez de tener cara, los brazos y las piernas color carne, estaría completamente cubierta de tela verde, incluyendo el volumen que representa la cabeza, por cierto sin rostro, y que estuviera coronada de una margarita artificial; a esta muñeca se la vestiría con ropa que evocara tanto al niño como a la niña, por ejemplo: tela azul y rosa, calzón y faldita a la vez, y de la misma tela (Dolto, F. 135).

En la cuarta sesión del 3 de enero de 1948, tres semanas después de la elaboración de “la muñeca flor”, Nicole muestra una transformación sorprendente.

Sin embargo, la actitud de la niña desconcierta e inquieta gravemente a la madre. En efecto, Nicole estrecha a veces su muñeca-flor entre sus brazos, apretándola compulsivamente contra su pecho. En otros momentos, la lanza a la calle o en los excusados. Ha tratado de arrojarla al fuego. Tiene largos conciliábulos mudos y susurrados con esa muñeca, objeto de emociones ambivalentes y agresivas. Cuando la madre observa que ha hecho tonterías, Nicole abandona las mentiras denegatorias de antes para acusar a la muñeca-flor, en adelante única responsable de todo lo que su madre le reprocha. Delante de la madre que me cuenta todo esto en presencia de la niña, repito las palabras que escuché de boca de Bernardette (otra paciente de Dolto, aproximadamente de la misma edad, que también trató por medio de la muñeca-flor):

—Claro, señora, comprenda usted, la manera de ser amable para una muñeca-flor, se llama hacer tonterías para los humanos. Uno se enoja, y sin embargo para ella eso no está mal. Es porque quiere ser amable que hace cosas malas.

Nicole está absolutamente encantada de lo que acabo de decir. Asiente. Se vuelve hacia su madre con gestos de confirmación, y añade, casi claramente:

—Sí, sí, eso es, no podía explicarte(Dolto, F. 147-148).

Bibliografía.

DOLTO, F. (1983), En el juego del deseo. México: Siglo XXI, 2009.

FERNÁNDEZ, O. (2008), El diagnóstico es el problema transferencial, edición de Beatriz Bacco, Comunidad virtual Russell, Seminario 3,

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