Psicoanálisis

Alianzas estructurantes

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Rosa Maria Denis explica durante su investigación sobre las adicciones este tipo de alianzas, estudiadas por Käes, las que contribuyen a la organización narcisista y objetal de la psique en sus modalidades de realización de deseo. Son complementarias, solidarias y sinérgicas.

Käes, R. (1993), haciendo referencia a Freud en Tótem y Tabú, describe la alianza entre los hermanos. El padre poseedor de todas las mujeres y celoso de su condición, impide la satisfacción de las tendencias sexuales directas de sus hijos imponiéndoles la abstinencia. Los hermanos se alían para suprimir al padre omnipotente y autoritario que se opone a la necesidad de potencia de los hijos. Como consecuencia de esta imposición de poder desmesurado propició vínculos provenientes de una meta sexual inhibida. Tras su primera asociación y la rivalidad sobreviniente por la apropiación de las mujeres, la figura del padre arcaico resurgió en aquel de los hermanos que lo había reemplazado a quien en esas condiciones era necesario suprimir. Para vivir juntos y salir de la repetición los hermanos tuvieron que inventar el pasaje de una relación de poder a una relación de autoridad que se realizó mediante tres prohibiciones organizadoras. Instituyeron la prohibición del incesto, considerada la primera prohibición de la humanidad. La segunda prohibición estuvo sostenida por la institución del tabú que apuntaba a proteger la vida del animal totémico, sustituto del padre muerto y ocasión de reconciliación con él. En este sistema se comprometió a no reiterar el acto asesino a cambio de protección del animal totémico. Se instituyó también la prohibición de carácter social del fratricidio, garantizándose recíprocamente la vida y comprometiéndose a no tratarse unos a otros como trataron al padre.

Con estas tres prohibiciones, la del incesto, matar al animal totémico y el fratricidio se terminan los asesinatos en las comunas y brindan la base sobre la que se funda una sociedad. Es conformando un grupo estructurado por las prohibiciones fundamentales y por el orden simbólico que se instauran los procesos de civilización. Sobre este contrato se fundan las identificaciones simbólicas ya que su alianza ofensiva y destructora se vuelve estructurante.

También se establece un contrato de renunciamiento a la realización directa de las metas pulsionales que igualmente cumplen la función estructurante en la formación de la psique, transformando el derecho del más fuerte al derecho de la comunidad para beneficiarles con su protección. Les exige renunciar a ciertas satisfacciones pulsionales.  Este contrato de renuncia mutua a la realización directa de las metas pulsionales instaura la no inmediatez que hace advenir el pensamiento y el vínculo, protege a los individuos, impone la necesidad y posibilita el amor.  Este contrato de renunciamiento colectivo se asemeja al desarrollo libidinal del individuo y es resultado del trabajo de formación de civilización, ambos se obtienen por coacción y renunciamiento.

Mientras el contrato narcisista y las alianzas estructurantes están orientadas hacia la preservación de la pulsión de vida, existen también alianzas ofensivas cuyo destino es el sometimiento de los sujetos a fines de violencia y destrucción (ver Las alianzas ofensivas).

Bibliografía.

DENIS, R. RM. La función materna y el consumo de drogas. Tesis Doctorado. México: CiES, 2016.

KAËS, R.(1993).  El grupo y el sujeto del grupo. Buenos Aires: Amorrortu,

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