Psicoanálisis

Los que se quedan en casa, durante la crisis del coronavirus

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El curioso

La crisis de la pandemia nos coloca en dos grandes bandos. Por un lado, los que están atendiendo a los enfermos como en el frente de batalla en una guerra y los que se quedan en casa.

La neurosis de guerra nos enseña que el que no sale lastimado, lisiado o no tiene una actividad física productiva va a enfermar de neurosis traumática.

¿Cuáles son los síntomas de esta neurosis?

Pudiendo variar en intensidad son:

  • inquietud y ansiedad
  • dificultad para dormir
  • sueños repetitivos de la situación crítica
  • pensamientos catastróficos relativas al evento
  • incertidumbre y preocupación permanente por lo que puede suceder
  • necesidad de moverse de un lugar a otro
  • temores o fobias infundados
  • temor a que se repita el evento
  • molestias físicas pasajeras o no. Como dolores que asemejen a la sintomatología del coronavirus.
  • necesidad de hacer algo que los puede poner en peligro. Por ejemplo: salir exponiéndose a la calle sin necesidad; pasear al perro, ir de compras, caminar, hacer ejercicio, desaburrirse, etc.

Cuando la persona se coloca en situaciones de riesgo puede ser debido al sentimiento de culpa de quién no recibió ninguna injuria, lesión física o daño. La culpa se puede manifestar de diferentes maneras. Por ejemplo buscar situaciones de enojo o pleito entre las personas cercanas, vecinos, familiares, jefes o subordinados. Sentirse perseguido, criticado, mal visto con ideas de que alguien le quiere hacer daño. Un grado máximo de sentimiento de culpa, intenso, puede ser el adjudicar el evento agresivo que está pasando a algo indebido, malo, inmoral o contrario a un Dios o ser supremo, como una forma de castigo que merece.

Como parte del proceso de duelo nacional y mundial, ayuda que los que se quedan en casa tengan actividades programadas lo más cercano a sus hábitos cotidianos y que además agreguen actividad muscular suficiente que produzca algo de cansancio o de esfuerzo físico. Cuidarse, estudiar, crear, generar nuevos proyectos. Tener todas las precauciones necesarias para no exponerse al contagio. Un ambiente con una rutina, informados lo suficiente de las novedades que están pasando, en comunicación a distancia con otras personas, con momentos de reflexión, con espacios de intimidad, convivencia familiar y social aunque sea virtual, con experiencias de incertidumbre, nuevas sensaciones y emociones, facilitará ir elaborando la posición depresiva por la que estamos atravesando.

Cuidándonos cuidamos a los demás.

Si necesitas ayuda:

centrodeatencion@cies.online

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