La peste negra 1348-1361

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El curioso

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En este capítulo hablaremos de una de las pandemias más destructivas de la historia de Europa descrita por Giovanni Boccaccio en su colección de cuentos “El Decameron”. La peste negra fue uno de los eventos más significativos del medievo tardío y provocó Múltiples cambios, dados por la disminución en la población en las zonas más afectadas. Esta ocurrió entre los años 1348 – 1361 originada nuevamente por nuestra ya conocida bacteria de la Peste Justiniana, Yersinia pestis, causante de la Peste Bubónica.

Recordemos que la peste bubónica es transmitida por mordedura de pulgas. Las pulgas vienen de las ratas que son el reservorio natural. Una pulga muerde a la rata adquiriendo la infección. La bacteria puede pasar hasta 3 semanas en el intestino de la pulga. En este tiempo puede picar a otra rata contagiando a esta con la infección. Cuando la pulga pica a un humano contraerá la enfermedad. 

Usualmente esta no se transmite entre humanos, excepto cuando ocurre la variedad pulmonar, que es más rara, pero con mayor letalidad. Esta variedad pulmonar es capaz de infectar de humano a humano por la tos y los estornudos del paciente enfermo. Usualmente en las pandemias ambas formas se ven combinadas haciendo así más fácil la transmisión.

La peste negra se expandió por toda Europa, el Levante Mediterráneo y el norte de Africa. Traída desde las estepas asiáticas de donde era endémica. Llegó con los Tártaros hasta el istmo de Crimea donde se cree que en 1346 inició la epidemia. Los Tártaros estaban sitiando una compañía de mercaderes italianos en el puerto de Kafe. En la versión del cronista Gabriele de´Musis comenta que los Tártaros catapultaron cuerpos enfermos sobre la muralla para transmitir la enfermedad.

La plaga se extendió a Constantinopla, Grecia y Venecia llegando hasta Egipto. Por el mar Caspio hacia Rusia, y al este a la India y China. La infección continuó expandiéndose hacia el norte de África y por Europa continental hacia Francia, Alemania llegando hasta Escandinavia, completando un circulo con Rusia en 1352.

Debido a los barcos que ya podían viajar distancias más largas, la peste llegó hasta Islandia. Estas colonias fueron tan debilitadas por la plaga que los últimos pobladores vikingos desaparecieron a finales del siglo XIV convirtiendo a Islandia en un territorio desconocido hasta que fue redescubierto en 1585. En junio de 1348 un barco proveniente de Francia trajo la peste a Inglaterra. Para Enero de 1349 la infección ya se había extendido por todo el territorio inglés.

La reacción religiosa más intensa fue la que se vivió en las tierras Cristianas, donde se creía que la peste era un castigo de dios. En algunas zonas de Europa la flagelación surgió como una forma de auto-castigo entre los afectados. Grupos de peregrinos se movían de pueblo en pueblo ofreciendo flagelar a los habitantes como penitencia suplementaria a los rezos tradicionales. Al principio este movimiento tuvo muchos seguidores, pero pasado un año fue prohibido por el Papa Clemente VI en 1349. Los Musulmanes veían a la plaga como un desastre divino que se debía soportar, buscando la respuesta en los rezos. Muchos buscaban una causa a la epidemia, acusando a los que venían de fuera, entre ellos los Judíos. En Europa Central, hubo una gran masacre de Judíos por esta causa.

La gente vivía en constante miedo. Las personas abandonaban a sus seres queridos. Se expandió la creencia de que la enfermedad se transmitía de humano a humano haciendo que las personas se fueran a vivir al campo o se movieran de ciudad en ciudad.  A los enfermos los cuidaban sólo aquellos dispuestos a ponerse en riesgo o por los pobres que buscaban alguna forma de ganar un poco de dinero. Paradójicamente, como consecuencia, la incidencia de lepra fue disminuyendo en esta época y los leprosarios se convirtieron es casas de peste donde se dejaba a los afectados morir.

Los médicos querían encontrar una causa, y realizaban autopsias encontrando daño en los pulmones. Lo que los llevaba a comprobar la teoría humoral, como Hipócrates postuló en su época, de que el aire estaba causando la enfermedad. Se prescribían quemas de hiervas aromáticas en las plazas para limpiar el aire, se recomendaba taparse la boca al estar en público, así como dietas para mantener los humores del cuerpo en balance.

La sociedad se vio afectada en muchas áreas debido a la gran mortalidad de entre 45 a 60% sufrida por la peste. Los precios de servicios y bienes aumentaron al final de la epidemia. Las muertes causaban hambre por falta de producción en el campo y de comercio. El mundo estaba paralizado. Aquellos que cuidaban de los enfermos sufrieron la mayoría de las perdidas; médicos, cirujanos, clérigos y notarios quienes hacían testamentos. Los puestos antes ocupados por estos profesionistas tuvieron que ser tomados por gente menos calificada. Con el tiempo las posiciones abiertas en el campo dieron oportunidad de empleo a los sobrevivientes permitiendo la recuperación paulatina de las ciudades. Los precios se fueron estabilizando así como los salarios.

Uno de los pocos avances de la medicina durante esta época, fue en el ámbito de la salud pública. En 1374 la república de Venecia colocó oficiales para inspeccionar y regresar todos los navíos que vinieran infectados. En 1377 se detenían pasajeros provenientes de lugares infectados por 30 días. Cuando esto probo que no era efectivo se aumentó a 40 días. De aquí la palabra cuarentena. 

La Peste bubónica siguió ocurriendo durante muchos años, aunque después del siglo 17 en menor proporción. En 1884 el organismo causante de la enfermedad fue descubierto simultáneamente por Sharamiro Kitasato de Japón y Alexander Yersin de Suiza, por quien hoy se le da el nombre a la bacteria Yersinia pestis.

Bibliografía

 

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