La gran peste de Londres, 1665-1666

  •  
  •  
  •  

El curioso

El vídeo de este blog se encuentra aquí 

La peste bubónica que llegó a Londres en los años de 1665-1666 fue la más mortífera después de la Peste Negra de 1349. Además de ser atacados por la Peste bubónica, se mostró un incremento importante de otras enfermedades, debido a la disminución de las defensas en sus habitantes.

Una diferencia con respecto a las epidemias anteriores es que las muertes se reportaban semanalmente y hubo una documentación más extensa por lo que podemos saber con mayor seguridad lo que pasó. Cirujanos, médicos y farmaceutas publicaban sus propios manuales de tratamiento y prevención donde se incluían sugerencias como el inhalar vapores y humo para limpiar el aire, oler una esponja con vinagre y sangrías con sanguijuelas. Reporteros, escribían en los periódicos sobre los eventos, incluidas algunas tragedias personales. Muchos escribieron sobre políticas y acciones que se deberían llevar a cabo para prevenir epidemias en el futuro. Uno de los más conocidos fue Daniel Dafoe quien en el año 1720, cincuenta y cinco años después de la epidemia, escribió el Diario del Año de la Peste, donde, a pesar de ser ficción, documenta una descripción icónica de la Gran Peste de Londres.

El gobierno inglés recibió advertencia de que la peste llegaría. En 1660, cinco años antes, la peste ya estaba atacando a los vecinos comerciantes de Inglaterra. Los Holandeses tuvieron una devastadora epidemia en 1664 matando a 35 mil personas en Amsterdam. Por esto las autoridades de Inglaterra establecieron estaciones de cuarentena y restringieron el comercio marítimo a ciudades que se sabían estaban enfermando.

La guerra con la República Holandesa en 1665 trajo prisioneros a Inglaterra. En 1664 se sufrieron algunas muertes, pero tras un invierno especialmente frío, se pensó que la peste no atacaría al año siguiente. El miedo comenzó a sentirse cuando en mayo de 1665 hubo 43 muertes reportadas por la peste, pero las autoridades no le dieron gran importancia, esperando a que la gente no huyera de la capital para evitar que el comercio, la economía y los acuerdos diplomáticos disminuyeran. 

En junio 5 los teatros se cerraron, las posadas de la corte suspendieron actividades el 15 de junio y para el 21 del mismo mes se creó un cerco sanitario en las áreas más afectadas. Para mediados de junio se estaban reportando 100 muertes por semana. A finales de julio las parroquias de Londres reportaron un total de 8,828 muertes que ocurrieron ese mes. En agosto aumentaron los números a 17,036 siguiendo en septiembre con 26,230 donde se experimentó el pico de la epidemia. Hacia noviembre fueron disminuyendo a menos de 1,000 muertes por semana. 

A pesar de que los números eran más exactos que antes, se cree que son estimados bajos de la verdadera mortalidad ya que en general, no se reportaban las muertes de las religiones no anglicanas: católicos, cuáqueros y judíos.

Algunas acciones del pasado se repitieron, los familiares de las víctimas se aislaban en sus casas con vigilantes que veían que la gente permaneciera en ellas; se re-abrieron algunas casas de peste con capacidad total para 600 personas; los buscadores (searches) salían a las calles encontrando cuerpos que se llevaban a entierros nocturnos; los oficiales de las parroquias repartían comida. Alrededor de 40,000 perros y 200,000 gatos se mataron pensándolos como posibles portadores de la peste; se publicaron 46 nuevos documentos que hablaban sobre el tratamiento de la peste y se hicieron quemas al aire libre de plantas medicinales para limpiar el aire; se cerraron los puertos de intercambio a las ciudades afectadas y no se hacía comercio con otros países, causando pérdidas de empleos.

En el año 1666 los casos disminuyeron a 2,000. En total se estima que un 2% a 15% de la población de toda Inglaterra falleció por peste en esos años. La economía durante la peste sufrió de forma importante, pero se levantó rápidamente. Las riquezas se redistribuyeron por las herencias. Los bautizos a los recién nacidos aumentaron. 

A pesar de haber ocurrido durante la Revolución Científica, pocos si no es que ningún adelanto médico se logro de este desastre. El rey decretó varios puntos para aplicar y evitar una nueva epidemia futura, entre estos estaban: 1. continuar quemando para limpiar el aire, 2. prohibir la venta de comida en mal estado en los mercados y tiendas, 3. prohibir el paso de cerdos, perros, gatos y palomas por las calles y entre las casas donde había enfermos, 4. exigió se prepararan espacios fuera de cada una de las ciudades para poder tener a los enfermos en caso de ser necesario, 5. si alguien de la familia enfermaba debía ser mandado a estos refugios y la familia encerrada en su casa por 40 días, 6. al expirar estos 40 días se colocaría una cruz blanca fuera de la casa que permanecería 20 días más, sabiendo así que la casa sería ahumada y limpiada con cal y no se podrían sacar muebles o cualquier utensilio del hogar durante 3 meses al menos de que la familia fuera a cambiar de casa, 7. se debían asignar lugares especiales para enterrar a los que murieran de peste, se colocaría cal en la tumba y se marcarían con postes altos, y no se podían desenterrar hasta dentro de un año y 8. cualquiera que no atendiera estas normas sería juzgado con la severidad de la ley.  

Bibliografía

A The national Archives, Education Service, The Great Plague 1665-1666 How did London respond to it? https://www.nationalarchives.gov.uk/documents/education/plague.pdf

JOSEPH P. B. Encyclopedia of Pestilence, Pandemics, and Plagues, published by Greenwood Press, 2008. https://www.academia.dk/MedHist/Sygdomme/PDF/Encyclopedia_of_Pestilence_Pandemics_and_Plagues.pdf

Pandemics that Changed the history, 2020 https://www.history.com/topics/middle-ages/pandemics-timeline

Escribe un comentario