Consideraciones psicológicas ante el Coronavirus

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El curioso

Estar informado por las Autoridades. Conocer qué hacer puede tranquilizar.
Ocuparse en apoyar las medidas de prevención que marcan las Autoridades. Estar activo en el remedio ayuda a tod@s y disminuye angustia en las emergencias. Por ejemplo quedarse en casa.
Procurar continuar con las actividades rutinarias posibles; por ejemplo si eres estudiante haz el esfuerzo por continuar, en alguna medida, con tus estudios.
Recordar qué medidas te han tranquilizado en otras ocasiones.
Si los adultos nos encontramos tranquilos y activos, los niños, alumnos, y personas que dependen de nosotr@s lo estarán.
El cambio en la rutina puede desconcertar, pero también puede ser la oportunidad para encontrar y probar nuevas formas de vivir y convivir.
La comunicación por las redes sociales, con nuestros conocidos y seres queridos será una gran oportunidad para platicar. Hablar e intercambiar sobre nuestras inquietudes y compartirlas ayuda a estarnos tranquilizando y continuar siendo efectivos.
Lavarse las manos llegando de la calle.
Cambiar la forma de saludar. Buscar nuevas propuestas.
No saludar de mano, ni de beso, ni de abrazo. Cambiar rutinas resulta un gran desafío.
Cubrirse la boca al estornudar con el codo o con un pañuelo; esta rutina ya la habíamos aprendido con el H1N1.
Si vas encontrando formas de colaborar en evitar el contagio, estarás más tranquil@, ayudarás a los demás, a la sociedad, ante éste nuevo e inesperado reto.

Bibliografía.

FENICHEL, O. Teoría psicoanalítica de las neurosis. México: Paidós, 2008.