Adicciones

Objeto al adicto

  • 97
  •  
  •  

Fotografía con Licencias Creative Commons 

Por: Carlos Bautista

Cierro el puño tal vez para no ver mi mano vacía, si pudiera decírtelo de alguna otra manera lo haría. Gustavo Cerati -Rapto

Para hacer un abordaje psicoanalítico del paciente adicto me parece interesante pensar las sustancias como objetos y los objetos como anclaje del cuerpo, artificios tópicos de la mente, anestesias del vacío, podemos también pensar al sujeto desde diversas perspectivas: psicológica, sociológica, antropológica, filosófica y muchas más que juegan factores por los cuales se encuentra en relación con la sustancia, es desde ahí de donde podemos empezar a hacer una investigación de ¿cuál es su cercanía, su vinculo, su amor con dicha sustancia? y ¿qué función cumple al estar con ella? al ingerirla, al ser parte de su propia mente. ¿Por qué el psicoanálisis habla de relaciones de objeto o relación objetal y no relación interpersonal? Como dice Bofil P., Tizon L. (1994) ”Objeto es para el psicoanálisis toda persona, cosa, ente animado, inanimado o abstracto o toda parte de los mismos (objetos parciales) hacia los que se dirigen nuestras pulsiones o motivaciones fundamentales, nuestras tendencias, impulsos, deseos… Esa persona, animal, cosa o ente abstracto (o una parte de los mismos) se convierte así en objeto de nuestras pulsiones. Cómo la relación del ser humano está basada en la satisfacción de las pulsiones, motivaciones, tendencias etc. De diversa profundidad y perentoriedad, y esos impulsos tienen siempre un objeto o relación objetal en vez de los términos relación interpersonal o relaciones humanas. Existen además otras razones teóricas para tal elección de terminología; una relación objetal puede mantenerse no sólo con objetos externos a nosotros, sino también con nuestras representaciones mentales de los mismos. En este sentido hemos hablado y hablaremos de objetos externos y objetos internos”(56). De esta forma, el objeto externo, tal como nosotros lo vivimos y experimentamos sólo parcialmente coincide con el objeto interno, el objeto interno será pues la representación del objeto externo y, como toda representación mental, estará afectada por lo que transferimos sobre el objeto, por la transferencia a está situación actual de experiencias pasadas. La transferencia uno de los conceptos claves en la teoría y práctica psicoanalítica se encuentra rodeada de tantos mitos, Juan David Nasio en “Cómo trabaja un psicoanalista” muestra una visión distinta de la transferencia, no solo como esos sentimientos que le son transmitidos y/o depositados al analista, o la repetición en lo actual de los conflictos infantiles, nos muestra que la transferencia trabaja durante toda la vida y en todas las relaciones humanas. Es importante tener en cuenta la transferencia que va a emerger en el proceso terapéutico con el analista ya que es muy probable que así sea la relación con sus demás objetos incluyendo la sustancia. El consumo de sustancias es tan antiguo como el hombre mismo, siempre ansioso por aliviar sus dolores físicos y morales y, a menudo deseosos de escapar de los límites de su condición y aun de acceder por medio del trance o la alucinación, a mundos extraños donde lo esperan las revelaciones. La imparcialidad del inconsciente me hace pensar en que es posible tomar a la sustancia como objeto, en aras de encontrar la tierra prometida a través del viaje con el consumo de sustancias, esto no quiere decir que todo consumidor se encuentre en la misma condición, es precisamente por eso entender que la relación del objeto o las relaciones objetales pertenecen al terreno de la subjetividad del sujeto, es decir que la droga es “su droga” es su objeto, y cada uno tendrá una relación diferente aunque sea la misma sustancia. El adicto no encuentra un objeto de descarga y toma a su propio cuerpo a través de la representación sustancia, objeto al adicto y adicto al objeto. El adicto es la sustancia, es la sensación corporal, donde no hay palabra, donde no hay otra cosa que ese cuerpo intoxicado.

BIBLIOGRAFÍA

NASIO, J.D. Cómo trabaja un psicoanalista. Buenos Aires: PAaidos, 1996.

BOFILL,P. – TIZÓN, J. Qué es el psicoanálisis, origenes, temas e instituciones actuales .Herder: Barcelona: Herder, 1994.

    2 Comments

  1. Felicidades. Es una introducción bastante inquietante para adentrarse en la búsqueda de soluciones y que mejor a través de ese vacío, de un sentir sin sentir mediante la misma búsqueda de la palabra.

    Responder

Escribe un comentario