¿Qué es la terapia psicomotriz?
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Mtra. Katia Mayte De La Paz González.
El hombre desde tiempos antiguos se ha interesado en descubrir las dimensiones humanas. Durante muchos años la mente ha presentado un predominio de importancia sobre el cuerpo y este dualismo ha influido en la historia de la psicomotricidad, llevándola a atender aspectos cognitivos, afectivos, motrices y emocionales. Dupré, E., en 1907 habla sobre la debilidad motriz, sentando las bases de separación entre lo fisiológico y emocional, abriendo nuevas expectativas de investigación continuadas por Wallon, Otzeretky, Gessel, Leri y Ajuriaguerra. Se reconoce como principal inspirador de las teorías y prácticas de la escuela francesa de la psicomotricidad a Wallon, al asignar al tono muscular una función en la postura, la emoción y la representación; estudia la interacción entre lo psicológico y lo corporal. Menciona que la función motriz cumple dos aspectos: uno de intercambio con el medio desde la acción y otro de transformación de sí mismo (Jiménez, J. y Alonso, J. 2007). En 1947 Ajuriaguerra, J. desarrolla en el Hospital Henri Rousselle y en la Salpetriére, una nueva técnica terapéutica, la reeducación psicomotriz. Describe los trastornos de carácter específicamente psicomotores: dispraxia, inestabilidad psicomotriz, debilidad motriz, inhibición psicomotriz, etc. (Calmels, D. 2003). En 1974 cambia el rumbo de la terapia psicomotriz hacia una aproximación psicoanalítica; dando origen a una psicomotricidad centrada en la expresión libre del paciente y en las capacidades relacionales del terapeuta, basada en la actividad motriz espontánea. Lapierre, A. y Aucouturier, B., introducen los aspectos afectivos emocionales y empiezan a trabajar con los adultos, suponían un mayor contacto físico, una mayor complicación personal. Antes de que se separaran salió publicada la obra conjunta en el año 1980, El cuerpo y el inconsciente, obra de enfoque psicoanalítico. En este tiempo se separa la línea de Lapierre llamada psicomotricidad relacional, y la conocida como la práctica psicomotriz vivenciada de Aucouturier. Levin, E. (1991) quien estudia la historia de la psicomotricidad, encuentra que la terapia psicomotriz desde 1900 ha mostrado tres cortes epistemológicos que han impactado directa o indirectamente en su forma de actuar, en sus propósitos, en su mirada.
En el primero se encuentran las prácticas reeducativas determinadas por el concepto del paralelismo mental motor. La influencia de la neuropsiquiatría es determinante en una clínica que se centra en lo motor y en el cuerpo instrumental y el reeducador propone arreglarlo.
En el segundo corte epistemológico, desde la psicología genética se propone un pasaje con lo motor, lo que se trasforma en instrumento de construcción de la ingeniería humana. La mirada pasa de lo motor al cuerpo en movimiento. De una reeducación a una terapia psicomotriz, que se ocupa de un cuerpo en movimiento. El psicomotricista centrará su mirada en una dimensión instrumental, dimensión cognitiva y la otra dimensión tónico-emocional.
El tercer corte, basado en el psicoanálisis da un giro conceptual fundamental, ya no se centra la mirada en un cuerpo en movimiento, si no en un sujeto con su cuerpo en movimiento. El psicomotricista centra su mirada en un sujeto, con un cuerpo real, imaginario y simbólico. En este proceso se han desarrollado tres áreas de atención: educativa, reeducativa y terapéutica o clínica. Levin, E. (1991), importante representante de esta última, advierte que la psicomotricidad se encuentra en constante evolución, tanto en sí misma, por cuanto que se enriquece con múltiples teorías que progresivamente va integrando, y estas a su vez van evolucionando. La inclusión del psicoanálisis en el campo psicomotor produce como efecto otra forma de comprender a un niño que en su cuerpo y en su motricidad da a ver su padecimiento, donde lo psico de la motricidad no está ya dado por los hábitos, la memoria, los patrones de conducta, los afectos, las funciones, la sensibilidad, la percepción, entre otros, sino que se constituye y se instala desde el lugar del Otro, del lenguaje, del significante. Espacio simbólico que no es constituido sino constituyente del sujeto, de su cuerpo y su movimiento. Calmels, D. (2003) continuando las ideas de Ajuriaguerra, J. de 1970, comprende que:
- La terapéutica psicomotriz actuará sobre desórdenes no deficitarios. Nuestro objetivo se reduce a modificar la figura como síntoma, pero especialmente el fondo que lo hace posible, incluso en ocasiones únicamente el fondo con el fin de modificar el cuerpo en cuanto sistema de relación y orientación. El objetivo de una terapéutica psicomotora será no solo modificar el fondo tónico-sincinesias o cualquier otro tipo de actos, de influir en la habilidad, la posición y la rapidez, sino sobre la organización del sistema corporal, modificando el cuerpo en conjunto, el modo de percibir y aprehender las aferencias emocionales. El objetivo de dichas técnicas no será únicamente motor, sino que actuará sobre el cuerpo unificador de experiencia y eje de nuestra orientación( 27).
Ferrán, E., (2011) explica que la terapia psicomotriz aborda las dificultades o alteraciones que presenta un niño en su desarrollo psicomotriz, acompañándolo desde una estimulación sensorial acorde a sus habilidades, es decir, se busca que a través del movimiento corporal se logre un equilibrio entre lo motor, sensorial, psíquico y afectivo. Para Levin, E. (1991), la terapia psicomotriz es aquella que atiende al otro, a partir de la comunicación y la expresión del cuerpo en el intercambio y el vínculo corporal, en la relación corporal entre la persona del terapeuta y la persona del paciente, en el diálogo tónico, que implica ocuparnos de la transferencia en el vínculo o la comunicación corporal; ocuparnos de la vertiente simbólica y no de la expresiva. La terapia psicomotriz se enfoca en las manifestaciones corporales y sus significados, con lo que intenta aprehender al sujeto en su totalidad; sus técnicas favorecen la creación de un dialogo corporal, y a través de la implicación de todo el cuerpo permite conseguir los objetivos terapéuticos.
El Fórum Europeo de Psicomotricidad, menciona que la psicomotricidad integra las interacciones cognitivas, emocionales, simbólicas y sensoriomotrices en la capacidad de ser y de expresarse en un contexto psicosocial, desempeñando un papel fundamental en el desarrollo armónico de la personalidad. Para Berruezo, P. (2008) la intervención de la terapia psicomotriz se caracteriza porque no solo se enfoca en eliminar el síntoma corporal, si no que trabaja sobre la organización del cuerpo, lo cual provoca una modificación del síntoma. En el abordaje terapéutico no se trata de implementar un ejercicio que complete el vacío que produce un déficit, no se trata de un estímulo al organismo sino de una puesta al día de la situación del cuerpo, convocando la historia de su gesta y desarrollo.
Considerando las aportaciones de Lapierre, A. (1997) y Levin, E. (1991), entendemos la terapia psicomotriz, como una intervención psicoterapéutica que se basa en el juego libre y espontáneo, en una relación tónico-emocional, reactualización de recuerdos olvidados, reprimidos en el inconsciente, de forma que se “revivan” con toda su intensidad emocional. El paciente juega con su cuerpo y dispone de él utilizándolo desde otro lugar, permitiéndole encadenar las situaciones, recuerdos, sensaciones a su propio devenir histórico. El objetivo es analizar los contenidos del inconsciente y la manera en la que estos se interrelacionan para formar un trastorno psicomotor. Para Pérez, B. (2011) la intervención psicomotriz se sitúa a nivel de la unidad de la persona y su acompañamiento; intenta establecer, restablecer, mantener o enriquecer las relaciones de la persona consigo mismo con los demás y con su entorno, siendo el marco de actuación la vida psíquica a través del cuerpo y mediante el mismo, vía la relación tónico-emocional.
Referencias.
AJURIAGUERRA, J. (1977). Manual de psiquiatría Infantil. 4ta. Edición. Barcelona: Masson.
BERRUEZO, P. (2008). El contenido de la psicomotricidad. Delimitaciones para la delimitación de su ámbito teórico y práctico. Murcia: Miño y Dávila.
CALMELS, D. (2003). ¿Qué es la psicomotricidad? Los trastornos psicomotores y la práctica psicomotriz, nociones generales. Buenos Aires: 75 Lumen.
DE LA PAZ GONZÁLEZ K.M . La mirada en la terapia psicomotriz del paciente con trastornos de la comunicación. Tesis de Maestría en Psicomotricidad. México, CiES, 2018.
FERRÁN, E. (2011). Terapia Psicomotriz y Estimulación Sensorial. Consultado el 23 de enero de 2018. Disponible en: http://creixambtra.com/terapias/infantil/terapia-psicomotriz-eintegracion-sensorial/
JIMÉNEZ, J. y ALONSO, J. (2007). Manual de psicomotricidad. Teoría, exploración, programación y práctica. Madrid: Ediciones la tierra de hoy.
LAPIERRE, A. (1997). Psicoanálisis y análisis corporal de la relación. España: Desclée de Brouwer.
LEVIN, E. (1991). La Clínica Psicomotriz: El cuerpo en el Lenguaje. Buenos Aires: Nueva visión. (2002)
PÉREZ, B. (2011). Una mirada psicoanalítica de la relación tónico-emocional en terapia psicomotriz. Tesis de Doctorado. Ciudad de México: CiES.
2 Comments
Excelente información y muy completo abarcando todos los autores de psicomotricidad.
muy bien es muy interesante tener información de nuestra Institución y muy buena idea de publicar.
blogcies
Hola: Que bueno saber que te pareció muy interesante la información y el que se esté publicando en este blog del CiES. Gracias por tu opinión.