Y tú, ¿Cómo vives la cuarentena? Construcción de espacios (Continuación)

  •  
  •  
  •  

Fotografía con Licencias Creative Commons

Por: Lucía Blanco

En una entrega anterior, hablaba de nuestros espacios y cómo los cuidamos, sobretodo, ahora que la cuarentena nos ha invitado a resguardarnos en casa. Continuo con los 3 espacios que quedaron en el tintero…

  1. El Espacio Emocional: Si el espacio físico habla del propio cuidado. ¿Qué dirán las emociones que sientes al no salir de casa y quedarte a trabajar?, ¿cómo éstas repercuten en tus relaciones y convivencia? Una pregunta interesante a hacerte es: ¿Qué emoción es la que más experimento al estar en casa y no salir? Esto resulta interesante, ya que si el espacio físico y el exterior me permiten ver algo mi interior; el tema no es qué emociones te das cuenta que tienes ahora trabajando en casa; sino con quién las sientes. Y más allá de ello; si estas emociones se manifiestan en tus relaciones familiares; ¿Cómo está esa emoción dentro de ti?, ¿Cómo es tu propia relación contigo?, ¿Qué puedes observar de ti y tu relacionamiento al estar trabajando en tu casa. ¿Qué te pasa, emocionalmente hablando, al tener tus dos mundos: laboral y personal en el mismo espacio?, ¿Qué espacios conversacionales te estás permitiendo construir y cuáles no? y eso, ¿Cómo afecta tus relaciones?, ¿te estás quedando en casa o sigues saliendo?
  2. El Espacio Mental: Hemos escuchado bastante acerca de que lo que crees; creas. Así es que te preguntaré: ¿Cómo vives esta cuarentena: como un resguardo o como un encierro?, ¿Cómo un tema de sobrevivencia o tan sólo como un tránsito por una situación que la vida nos ofrece? Ciertamente, nuestros pensamientos crean; y también se convierten en palabras. Quizá estar trabajando en casa, es un buen momento para escuchar: ¿qué palabras son las que más dices acerca de la pandemia, del trabajo en casa, de la mezcla de estos dos mundos, de convivir todo el día con tu familia, de la convivencia misma, de no salir? Y mejor aún: ¿Qué dicen tus cercanos de tenerte en casa todo el día?, ¿Qué palabras son las que más dices?, ¿qué palabras son las que más escuchas?
  3. El espacio Espiritual: Te compartiré mi propia definición de espíritu: Lo defino como una planta interior, de la que cada uno es responsable. Así, es que, sabiendo que tienes una planta en tu interior: ¿Cómo la nutres?, ¿de qué?, ¿te haces cargo sólo de tu planta o quieres hacerte cargo de las de los demás a tu alrededor?, ¿esto te pasa, sólo en el trabajo, sólo en tu casa?. Nutrir o no nuestra planta interior, acaba repercutiendo en los hábitos que tenemos. Ahora que tus mundos se han encontrado: ¿Qué dirías acerca de los hábitos?, ¿Qué reflejan tus acciones?, ¿Qué hábitos estás construyendo? Este, es quizá un buen momento para establecer reglas básicas de convivencia y para desarrollar nuevos hábitos.

Y así, 4 espacios que te permiten ver el “Home Office” como una oportunidad o padecerlo.  Lo cierto, es que los espacios, sólo hablan de cada uno; de tus hábitos, de tus relaciones. Podríamos decir que los espacios se han invertido: ahora convives todo el día con tu familia y estás en casa; mientras que con quienes solías hacerlo diariamente, como colaboradores, colegas, jefes; ahora sólo los ves a través de una pantalla o los escuchas a través del teléfono. Resulta interesante pensar que nuestros mundos se han invertido.  Como no creo en las casualidades, creo que más allá de que sea un tema mundial, en corto, me parece que esta situación a cada uno nos está poniendo enfrente la oportunidad de ver aquello que no queríamos o de corroborar lo que hemos construido hasta ahora. Y a ti, el home office ¿Qué te pone en evidencia?

Escribe un comentario